sábado, 28 de febrero de 2015

1843 Nuevos conflictos ayuntamiento-parroquia por la ermita de Firgas

Fue así como en las elecciones al ayuntamiento ganaba la alcaldía el ahora capitán de milicias Luis Ponce Ponce, el ya citado hermano de Antonio José, mucho más "conservador" y quien había dado muestras de su tradicionalismo conservador cuando elegido en las elecciones de 1836 se negó a jurar el cargo conforme al nuevo procedimiento establecido. Esta vez tuvo que tragar "sapos" si quería gobernar el Ayuntamiento y la Heredad, sacrificio que le va a permitir convertirse en el líder del Partido Conservador, que pasará a la historia de Arucas como el Partido Viejo.

Administrador de las capellanías de Juan Mateo de Castro y de los Álvarez que aún no se habían subastado, soltero y con alguna cultura "parda" en derecho como se decía entonces (no universitaria), había desempeñado los dos últimos años la Secretaría de la Heredad de Aguas. Nombró Secretario del Ayuntamiento a Cleto Matos Afonso, que paralelamente ejercería el mismo puesto en la Heredad de Aguas que él pasaba a presidir en su condición de Alcalde.

Se convertirá en un político de perfil "populista" sabiendo que con ello ganará adeptos. Sigue con esmero la obtención de recursos a través de las contribuciones, dado que ello le permitirá dedicarse al ornato del pueblo, reparando caminos pidiendo "medio tostón" (62,5 céntimos) como contribución especial al vecino que lo usaba, adecentaba el casco urbano del pueblo, pagos y caseríos, y dictaba bandos ordenando el encalado y albeado de sus fachadas, dando un plazo de un mes o de lo contrario sancionaba al propietario con una multa de 40 reales de Vellón, una auténtica barbaridad,  aunque hacía la vista gorda de reparar las que eran propiedad de las capellanías junto a la plaza de san Juan, gastos que restaban remanentes agrícolas, aun siendo del Estado. En esa labor propagandística de su mandato no olvidó encargar la confección de una bandera para las fiestas patronales, eso sí, teniendo pendiente de descontar el importe gastado en la compra de la tela y su confección en la liquidación de los pagos del municipio a la parroquia.

Detalle (Fedac)
Va a tener un pequeño incidente durante las fiestas patronales, cuando su afán populista choca con el agrio carácter del párroco accidental José Antonio Rivero Mireles, quien despide de manera descortés a los músicos que para amenizar la función había traído el ayuntamiento. No coincidían en las formas y maneras nuestros protagonistas, pero menos aún en cómo actuar en la demanda de los vecinos de Firgas que pretendían crear su parroquia independiente eclesiásticamente de san Juan Bautista de Arucas.

Mientras se realizan los largos trámites oficiales por corresponder su concesión a la Corona, a propuesta del Gobierno nacional, el reconocido Ayuntamiento Constitucional de la Villa de Firgas optó por solicitar de la Junta Superior del Gobierno de Las Palmas que «...las cantidades conque dicho pueblo contribuye para el presupuesto parroquial de ese de Arucas, al que está unido en lo eclesiástico, se destine una parte a gastos del culto de la ermita que fué del Convento dominico del mismo Firgas ...», petición a la que accede la Junta con fecha 30 de septiembre de 1843 y da traslado al Ayuntamiento Constitucional de la Villa de Arucas para su cumplimiento.

El Ayuntamiento de Arucas que no quería significarse en este asunto, alegó que no podía incluir en el presupuesto de la Parroquia de Arucas los gastos de la ermita de Firgas, pues se verían disminuidas las asignaciones que por imperativo legal debían hacer los ayuntamientos a las parroquias formalmente erigidas por la Corona. El párroco siempre entendió que el alegato del ayuntamiento no fue lo contundente para oponerse a la creación de la parroquia de Firgas, pues tampoco admitía que se le restaran cantidades de  su ya mermada asignación económica tras la desaparición del Diezmo. En nuestra historia siempre se contó que era un pleito o enfrentamiento entre sus vecinos, aruquenses y firguenses, cuando la realidad era una discusión por los dineros de la parroquia de san Juan que el Estado obligaba a pagar al ayuntamiento a partir de la aplicación de la Ley de Desamortización de los bienes del clero secular; "santo dinero".

Con otros si tenía aquiescencia el alcalde, quien con sus contactos a nivel insular, se las agenció para que el Ayuntamiento de Las Palmas nombrara a su hermano Salvador José Ponce Ponce como su representante ante las Cortes para solucionar todos los trámites que la isla tuviera. Un sobrino de ambos Pedro Castellano Ponce, hijo de su hermana casada con Juan Bautista Castellano Marrero, se casaría con la hija del tinerfeño Carlos Grandy que ese año era secretario del Ayuntamiento de Las Palmas, personaje del que se sospechó provocó el incendio de las viejas Casas Consistoriales y después sería abuelo de Corina Castellano Rodrigo Vallabriga, Condesa de Siete Fuentes.

viernes, 27 de febrero de 2015

1842 La interesada rebelión de los munícipes

Dentro de este ambiente en el que muchos se esconden, resulta elegido alcalde José Antonio Borges del Manzano, posiblemente el único que se presentó para ser nombrado por el Gobernador. Unos se escondían rechazando el liberalismo del Estado regentado por Espartero, y otros para no verse inmiscuidos en el conflicto permanente que la parroquia ya empezaba a manifestar con los políticos locales, que tenían que cumplir con lo dispuesto en las Leyes de Desamortización para acabar con el Antiguo Régimen de la propiedad, además de perder el párroco su privilegiada posición de estamento. El padre del elegido, Juan Borges del Manzano emigrado a Cuba, tuvo que regresar a las islas antes de que se cumplieran los tres años de la muerte de su tío el presbítero Gregorio Borges del Manzano, quien había testado en 1770, dentro del plazo establecido para tomar la posesión de la capellanía que fundó con siete fanegas de tierras.

No dudamos que conocería del infortunio de un hermano de su padre, Gregorio Borges del Manzano, homónimo del presbítero, quien en su juventud había sido uno de los que «llevavan la voz del bullicio» del Motín del 5 de mayo de 1800, convocados al toque de caracolas los vecinos de La Goleta bajaron para abrir el granero del Marqués del Buen Suceso, siendo condenado por la Audiencia a «seis años de Presidio en el de Seuta con aplicación del serbicio de las Armas, y no  siendo aptos para ella, en tres Arcenales». Fue un claro motín por la subsistencia de un pueblo que presenciaba que el grano era vendido al Regimiento, en tiempos de desabastecimiento por el acoso de las flotas corsas de las Coronas europeas. Años después sería acusado el entonces alcalde constitucional Mateo de Matos Quintana por consentir la "asonada" revolucionaria.

Sí parece, por lo acontecido durante su mandato, desconocía como se las traían en la política local de Arucas en estos tiempos, encontrando muchos problemas en el Ayuntamiento donde fue recibido con uñas y dientes, más aún cuando quien mandaba la mayoría de los Regidores era el Alcalde 2º, quien sin aparecer en los papeles estaba allí mandado por algún "gallo tapado" para que se guardaran sus intereses en las decisiones, incluidas el cambio de nominación de la plaza de San Juan, a la que quería llamar "de La Constitución", o la fijación del cartel de su edicto sobre la demora en el pago de las contribuciones, así como en el expediente sancionador al portero que fijó el cartel ordenado por el Alcalde 2º.

De la primera iniciativa al pretender quitar el nombre del Santo Patrono del pueblo, supo escapar de las iras del párroco y sus seguidores "conservadores" cuando adquirió para la parroquia el órgano de la ermita del Espíritu Santo de la Ciudad, y estrenarlo en las fiestas patronales, además de movilizar a la compañía de milicias de Arucas, mandada por el teniente Manuel Díaz, para que desfilara acompañando al santo en su procesión.      
La rebelión de los obreros, pintura de J. Castillo Arriola
Con relación al expediente sancionador al portero, que en el fondo era un pulso con el Alcalde 2º, un también desconocido Pereira, se convocó una nueva sesión para debatir el caso, pero como se celebraban en los locales habilitados del Pósito, donde le esperaba otra encerrona de los partícipes de la Heredad de Aguas que querían conocer de las incautadas aguas del "Chorro de san Juan",  decidió desconvocarla y no acudir alegando indisponibilidad.

El Secretario la mantuvo siguiendo instrucciones del Alcalde 2º, tomándose el acuerdo de trasladar al Jefe Político la ausencia del Alcalde 1º y pidiendo se faculte a tal fin al Regidor de "mayor edad" Antonio González Guerra, quien había sido Alcalde de agua de la Heredad en 1838 y 1839, nombrado por Antonio J. Ponce Ponce, quien se encontraba "dándose un margullo" con Gregorio Domingo Barbosa desde que Espartero asumió la Regencia, y más cuando se conocía que el regente mandó fusilar a los generales Manuel Montes de Oca, Borso de Carminati y Diego de León, por su participación, en el fracasado pronunciamiento financiado por la madre de Isabel II y ex-regente María Cristina de Borbón desde su exilio en París, y organizado por el incombustible Antonio Alcalá Galiano del Partido Moderado y el militar Ramón María Narváez.

Las secuelas del fracasado pronunciamiento fueron los resultados de las elecciones municipales a nivel nacional, las mismas en las que se había elegido a José Antonio Borges Del Manzano, que comportaron una notable reacción de republicanismo pidiendo la supresión de la Monarquía y la reducción del gasto militar, emergiendo así un movimiento político más radical que el Partido Progresista defendiendo una democracia plena bajo un sistema de república federal. Con estos ambientes políticos, el Jefe Político se abstuvo y no tomó decisiones sobre el acuerdo que le había trasladado el ayuntamiento de Arucas.

Esta "pinza" política en que gobernaba Espartero, entre un Partido Moderado -que sacaba provecho electoral de la profunda bancarrota de la Hacienda del Estado, aún a pesar de que aceleraban las subastas de los bienes eclesiásticos desamortizados para obtener recursos económicos- y la aparición a su izquierda de un creciente movimiento republicano-federal, debilitaba cada día su posición, ya desgastada en apoyos por no permitir la participación de su propio Partido Progresista en sus decisiones, y envalentonaba a los "moderados", que ante el fracaso de la acción militar optaban por la acción civil para recuperar su espacio perdido y en Arucas comenzaban a salir del "margullo".


jueves, 26 de febrero de 2015

1841 El sellado del archivo parroquial para la incautación de los bienes del clero secular

Los "conservadores" del pueblo debieron entender que al estar la elección del alcalde en el Gobernador Civil de Canarias o Jefe Político, en representación del “regente” liberal Espartero que asumía las facultades de la Reina durante su minoría de edad, les restaba muchas posibilidades y no dudaron como ya se ha dicho en darse un "margullo" bajo las turbias aguas de la política local, esperando que cuando salieran a respirar los tiempos les serían más favorables. De algún forma activaron en otros de alguna forma el interés por el control del ayuntamiento y la lucha por representar a los Cabezas de Familia que habían dejado de ser electores, resultando nombrado por el Gobernador para este año Francisco González Rodríguez, el agricultor acomodado del pago de Firgas ya residente en Arucas, quien accede a la alcaldía.

Aunque el desempeño del cargo sólo fue por este año, hemos de suponer que accedió a la información privilegiada de los bienes declarados por el Mayorazgo de Pedro Cerón. Como buen agricultor debieron llamar su atención y hacer cábalas para madurar la vuelta de su primogénito Bruno González Castellano como indiano acaudalado cuando se terminara el expediente de división que debería tramitarse, lo que podría llevar unos cuantos años. Ya había tenido una experiencia satisfactoria cuando el 5 de abril de 1823, en unión de su padre Jerónimo González del Río, había comprado la hacienda de la Costa de San Andrés, de 27 fanegadas, por 130.852 reales de vellón.

También en este año hay un acuerdo más en la Heredad convertida en el verdadero aparato de la política local y provincial, ahora regida por el nuevo alcalde. En enero adoptó el acuerdo de subvencionar con «2.000 reales de vellón, pagaderos de los fondos del Secuestro, encargando del pago al heredero D. Germán Mujica» al comisionado enviado por esta isla a las Cortes «para gestionar determinados asuntos, de interés para el país, uno de los cuales se relacionaba con la división en dos de la Provincia».

Al alcalde le corresponde la "papa caliente" de darse por enterado en la sesión del 1º de noviembre de la incautación de los bienes de la parroquia y la nueva Ley 2 de septiembre de 1841 que elaboró Pedro Surra Rull, extendía la Desamortización de Mendizábal de las propiedades  del clero regular (monjes y frailes dentro de órdenes religiosas que tienen reglas)  a las propiedades del clero secular (sacerdotes, curas y presbíteros en las parroquias y Cabildo Catedralicio), teniendo que sellar el archivo parroquial siguiendo órdenes del Jefe Político provincial. Fue la fórmula arbitrada por el Estado para conocer la realidad de los Libros de Capellanías y otros Bienes Vinculados al Clero Secular que permanecían ocultos al control público y a la tributación fiscal, el secreto mejor guardado por la iglesia. Paralelamente la supresión de los diezmos comportó que la Hacienda estatal se hiciera cargo del sostenimiento del clero, y a partir de ese momento el mayordomo de la Fábrica de la parroquia, el presbítero Pedro Regalado Hernández Armas,  para el sustento de la misma y sus curas comienza a cobrar 317 pesos, 6 reales de plata y quince cuartos, lo que va a descubrirnos un nuevo protagonista beligerante en la política local: el futuro párroco José Antonio Rivero Mireles.

Cuando el Estado se incautó formalmente de las aguas de san Juan «que también por entonces se llamaban “de Fábrica”, por estar sus productos afectos en parte a obras en el templo parroquial y casa-curato» la Heredad se veía en la necesidad de reconducir el acuerdo económico compensatorio equivalente a las "tres azadas de porción fija en las aguas" pedido por el obispo, ello en cuanto se rematara públicamente la titularidad de las 93 azadas y habría que ver como se solucionaba el tema, y por tanto «la Heredad tenía que vérselas para estos menesteres con el Estado y desaparecida, pues, la parte que el sentimiento (...) la Heredad tenía que prepararse para futuros acontecimiento» dado que se había esquivado la Ley de Desamortización. Para ello en enero adoptó el acuerdo de designar «una comisión formada por D. Antonio Sicilia y D. Benigno Mandillo para que sacasen de los archivos de la Audiencia noticias de datos y de autos referentes a dichas aguas (por lo visto los papeles en la Heredad... se los comían los ratones y cada vez había que ir a la Audiencia a buscarlos originales)».

Curiosamente los comisionados son dos cualificados representantes de la clase privilegiada y "aguatenientes", no pertenecientes a esta parroquia, que años después se opondrán a la construcción de la torre del reloj. El primero médico matriculado cuñado de Alfonso Gourié Álvarez-Conde, de donde cabe entender que el grupo de los herederos "no parroquianos" estaba expectante por conocer como resolvían anular la ayuda a la iglesia a la que se comprometieron con el obispo, pues ellos no estaban dispuestos a seguir costeándola en su cuota parte con los fondos del Secuestro; los negocios son una cosa y la religiosidad, cosa muy distinta que deben soportar los parroquianos que quieren mantener la paz eclesiástica en el pueblo.

miércoles, 25 de febrero de 2015

1840 Los recelos de los Ponce Ponce en la Jefatura del liberal Espartero

En este año es nuevamente la alcaldía de Antonio J. Ponce Ponce, que asume también la presidencia de la Heredad en la que su hermano Luis Ponce Ponce comienza a ejercer como Secretario. Gregorio Domingo Barbosa  y Antonio J. Ponce Ponce alcanzaron tal dominio en el arte electoral a partir de la concentración en sus personas de la Alcaldía del Ayuntamiento y de la Presidencia de la Heredad, que produjo cierto hastío entre los Regidores que dejaron de acudir a las sesiones del ayuntamiento por la ausencia de debates dado que todo estaba pactado previamente, si bien el alcalde estableció una multa de veinte reales para el Regidor que no asistiera a las sesiones.

Los aparentes conflictos que empiezan a surgir por los robos de aguas que se producen en las acequias de la Heredad, así como por los desvíos en los quebraderos de forma interesada, dan pie al acuerdo de febrero por el que fue creado el cargo de Celador de Acequias, con las competencias de policía de aguas que correspondían al desaparecido cargo de Alcalde de Aguas y «pagado con cargo al Secuestro, y para él fue designado D. Francisco Antonio González con el haber de ¡cuarenta pesos anuales! (unos treinta duros al año). Como funciones se le determinaron la vigilancia de las acequias, el descubrimiento de los robos de aguas, la jefatura de los acequieros», quien fuera con anterioridad Alcalde de Aguas en representación de Firgas . Los interesados más beneficiados por la medida habría que buscarlos entre aquellos herederos que poseían más aguas de las que necesitaban sus tierras y dedicaban sus excedentes a su venta a aquellos que sí las demandaban o que no tenían la condición de herederos. Los pequeños robos eran en realidad las históricas discusiones sobre la titularidad de las aguas corrientes y los derechos forales argumentados por los vecinos colindantes al paso de las aguas para regar sus pequeños "cachos" de tierras dedicadas a cultivos para la subsistencia de la familia.

Las antiguas figuras de Alcaldes de Agua, al que sustituyó el Alcalde Constitucional del Ayuntamiento de Arucas, y de Secuestrarios, preexistentes desde la regulación del Visitador de la Audiencia Licenciado Francisco Ruiz de Melgarejo en 1529, otorgaban grandes facultades a los mismos, y con anterioridad a la reforma que entró en vigor en 1839, tanto Gregorio Domingo Barbosa como Antonio Ponce Ponce habían desempeñado tales cargos y estaban curtidos en los repartos de las dulas y conocían perfectamente de lo que acontecía.

Dos hechos importantes van a alterar la vida municipal. El primero, la Ley de Ayuntamientos de 14 de julio de 1840, de carácter moderado por la que la Reina se reserva el nombramiento de alcaldes y tenientes de alcalde en las capitales de provincia, mientras que el Jefe Político asume tales nombramientos en las poblaciones con más de quinientos habitantes, así como el control del Ayuntamiento, de donde el signo político determina los cambios en la municipalidad.

Y el segundo, la asunción de la Jefatura del Estado como Regente del general Baldomero Espartero el 17 de octubre de 1840, durante la minoría de edad de Isabel II, fiel a los principios liberales y conforme al consenso constitucional alcanzado por los partidos se inició en las Cortes el debate sobre el reglamento que regulará la desamortización de los bienes vinculados a los Mayorazgos que estaba pendiente desde 1820, terminando meses después aprobándose por la Ley de 19 de agosto de 1841. Regulaba el expediente de división y la distribución de los bienes entre los herederos convirtiéndose así en propietarios individuales de los bienes, lo que venía a permitir su venta y el acceso a la propiedad de la burguesía. 


El debate del reglamento para la liquidación de los mayorazgos tenía una notable importancia para Arucas, en particular y de manera significativa con el Mayorazgo de Pedro Cerón con 564 fanegadas de tierras y unas 232 azadas de aguas muy apetecidas, que al dividirse corresponderían a su sucesor la Condesa de Benazusa  y al heredero Marqués de Rianzuela, que tendrían que presentar su expediente de división. 

La asunción de la Regencia por el imponente liberal Espartero, que tuvo el tratamiento de "alteza real" por su condición, de alguna forma influyó sobre los conservadores hermanos Ponce Ponce que tomaron la decisión de apartarse del protagonismos político local cuando es nombrado Gobernador Civil de Canarias Juan de Zárate y Murga. No las tenían todas consigo y se permitieron un "pequeño margullo".

martes, 24 de febrero de 2015

1839 De la negativa de la parroquia a mantener la ermita de Firgas y de las aguas para la Dehesa

Este año el alcalde constitucional es Gregorio Domingo Barbosa quien preside también la Heredad de Aguas que el 3 de Febrero crea el cargo de Secretario con las modalidades y funciones de la nueva legislación administrativa, y sustituían a los Fieles de Fechos que suplían la ausencia de Escribanos Públicos, siendo nombrado Luis Ponce Ponce, según algunas fuentes monje ex-claustrado tras la aprobación de decreto de 1 de octubre de 1820 que suprimió "todos los monasterios de las Órdenes monacales". No obstante el nombramiento, durante este año actúa como tal en la condición de "Fiel de Fechos" Francisco Pérez Delgado.

Incluso la Heredad de Aguas en esos tiempos comienza a necesitar dar mayor "publicidad" a sus reuniones, y el 24 de Febrero se determina que sus juntas se anunciaran "a grito pelado" por los acequieros, en las plazas de Arucas y de Firgas, y que, además, se colocasen edictos-convocatorias, en las puertas de las Iglesias de tales pueblos. De alguna manera se estaban sustentando las defensas ante las posibles reclamaciones que pudiera presentar el alcalde-constitucional de Firgas que trataba de tener participación en el gobierno de la heredad y en sus decisiones sancionadoras para con los vecinos por los conflictos de aguas.

En esa misma sesión se trató de la ratificación de un compromiso anterior para atender la solicitud que había realizado el obispo Judas José Romo, cuatro años atrás en la junta celebrada en las  casas del Mayorazgo, para que se restableciera a la parroquia la antigua costumbre de compensar con tres azadas fijas de cada día de dula del régimen "de las vistas de ojos", con el compromiso de «intensificar el culto, aumentando en una más las misas parroquiales, para la creación de una coadjutoria en la parroquia de Arucas que ayudase a las tareas de confesionario y para coadyuvar al sostenimiento de una escuela de niñas que pensaba establecer en esta población». Se aprobó su ratificación con la oposición de algunos herederos de Firgas porque la parroquia no quería arreglar la ermita de san Roque.
Ficción ilustrativa del autor
No era el único frente abierto entre los vecinos, este motivado por la no asunción del mantenimiento de la ermita de Firgas por la parroquia, cuando era la beneficiada de los diezmos de los vecinos de dicho pueblo. Otro lo era por el agua para las tierras de la Dehesa de Arucas, donde unos decían debían ser regadas con las de "Pinillos" y otros que les correspondían las aguas de la "Heredad". Habría que recordar quienes fueron entre otros los grandes compradores de la Dehesa dos años atrás: Gregorio Domingo Barbosa con 100,3 fanegas y Antonio Ponce Ponce con 40, 5.

Sobre este particular el segundo cronista nos cuenta «En la Junta de 28 de Junio de 1839 propuso D. Luis Ponce el nombramiento de tres Letrados que informaran en pro de la mayoría. Opinaron que no, pues de lo que se trataba no era de desacatar lo dictado por la Audiencia, sino de impedir en Cardones la suplencia de las aguas del Pinillo, llevadas a la Dehesa por las aguas del Heredamiento de Arucas y Firgas.

D. Gregorio Domingo Barbosa, Alcalde 1º que no presidía la sesión, dijo que a él lo habían recusado de tal presidencia para esta Junta por estar interesado a favor de la continuación de la llevada de aguas a Montaña de Cardones, pero que, aunque en ello no insistía, debía de ser recusado el 2º Alcalde D. Juan Manuel Martín que la presidía, por tener este interés en lo contrario. (i pequeñas bombas de mano entre 1º y 2º municipios !). Dijo, además, que si él no regaba la Dehesa con aguas de la Heredad era porque la naturaleza se lo impedía, que tenía derecho a regarla con el Pinillo, pues que así constaba en la escritura de venta que le había otorgado el Ayuntamiento y que, además, no había roturado nuevos terrenos allí, sino solamente los ha acondicionado, y levantado algunas paredes y que hacía muchos años que la Dehesa estaba en cultivo y reproducción».
Cantonera (Fedac)

Más que las pequeñas "bombas de mano" a que aduce el segundo cronista, es uno de los tantos asertos sobre el ejercicio de la posición de privilegio en las instituciones. Llama la atención las apariencias que se siguen; la primera, que Luis Ponce Ponce aún no ejerce de Secretario, pero propone nombramiento de letrados; y la segunda, que el alcalde no preside por ser interesado como propietario de tierras en la Dehesa, pero se permite extender su exclusión para quien la preside como 2º alcalde, simplemente por opinar lo contrario, y alega tener su derecho por así incluirlo la escritura de compraventa del ayuntamiento, callando que curiosamente el protocolo fue redactado cuando era regida por su buen amigo Antonio J. Ponce Ponce, también interesado, cargo al que renunció su hermano Luis Ponce Ponce que las había ganado al negarse a jurarlo disconforme con la nueva norma "liberal" aprobada por su condición de "conservador absolutista".

lunes, 23 de febrero de 2015

1838 Muere el párroco patriota

En este año vuelve a conseguir la alcaldía del ayuntamiento el poderoso Miguel Ponce Medina. Estos dos últimos años, las alcaldías de agua de la Heredad han sido desempeñadas por tres herederos, Serán los últimos dado que a partir de este año el Alcalde Constitucional del Ayuntamiento asumirá también la Presidencia de la Heredad por imperativo legal.

El 23 de febrero falleció el párroco Vicente Pérez de Armas. El pueblo de Arucas llora a su párroco que durante más de treinta años había estado al frente del curato, y le sucede provisionalmente en el empleo José Antonio Rivero Mireles quien años después alcanzará el beneficiado de la parroquia.

El párroco Pérez de Armas no fue un cura cualquiera para Arucas, pues al margen de ostentar el mayor tiempo al frente de la parroquia y de significarse contra la ocupación francesa, nacido en Arucas era digno representante de la familia Armas por la que se conoció desde muy temprano en la historia una pequeña calle del entramado pre-urbano más antiguo de Arucas, entre la calle de la Acequia Alta y el tabaibal (hoy calle Alcalde Rafael Díaz), donde encontramos quebrados callejones en el barrio eminentemente más artesanal.


Entre sus antepasados aruquenses, su tío materno el canónigo Vicente Antonio de Armas donó a Arucas tierras en Trasmontaña para que con su venta se construyeran escuelas públicas de Primeras Letras en la calle Real (actual León y Castillo). Este último descendiente del alférez Mateo de Armas Cabrera, alcalde ordinario desde 1731 hasta 1736, que ya había sido mayordomo de la Cofradía del Rosario desde 1707 a 1719, quien movilizó a los vecinos para comparecer ante notario y solicitar al rey que «Su Majestad el señor don Felipe V, haga merced a este lugar y sus vecinos del Beneficio Eclesiástico que pretenden por su vecindad de 500 y más vecinos». El párroco fallecido era propietario, por herencia de su tío, del importante “Molino de Arriba” en el Lomo de San Pedro que pasó a los herederos del primero.

El llamado por su situación "Molino de Arriba",  fue conocido también como "Molino del Cura" y más tarde "Molino de las Ñameras". Esta última denominación  tiene su pequeña anécdota. Cuando al solicitar Francisco Pérez Batista aprovechar la fuerza hidráulica en 1850, para la construcción de un “heridero” que le diera presión al molino harinero, alegando  que “que no disminuye ni retarda el uso del agua de la Heredad”, sin cubo ni represa, pues su fuerza la obtiene por el salto del agua dentro del "heridero" al caer sobre las paletas de las máquinas. Pero el solicitante al final lo construye con “cubo”, en contra del interés de la Heredad, requiriéndole posteriormente para «suprimir el llenado del cubo y los salideros, que actualmente riegan ñamerales del solicitante».

El Obispo Verdugo dispuso en 1812 la celebración de una misa de Acción de Gracias en el dia de San Fernando, 30 de mayo, perpetuamente, "en memoria del fiel levantamiento de la Nación en favor de su Rey Fernando VII y contra Napoleón”,  y «De la actitud de la poblacion de Arucas ante la invasión napoleónica, tenemos referencia de altos quilates patrioticos. El Párroco, Don Vicente Pérez de Armas, enardece los ánimos y sentimientos de su feligresía en una homilía memorable, hoy lastimosamente perdida. Este párroco, que escribía todas sus homilias y sermones, escribió también la pronunciada en su iglesia de San Juan Bautista contra Napoleón Bonaparte …»

domingo, 22 de febrero de 2015

1837 El que parte y reparte se queda con la mejor parte

En cumplimiento de la norma establecida por la Junta de la Provincia, la Junta de la Heredad del 22 de enero aprueba una lista de nueve herederos candidatos al cargo de Alcaldes de Aguas, dándoles un plazo pues de lo contrario serían renovados los del año anterior. El ayuntamiento de Arucas eligió a Manuel González y a Juan Martín, y el de Firgas a Francisco Antonio González.

En la senda de las reformas iniciadas para la redistribución de los bienes del clero monacal, es importante destacar que entre los años 1836 y 1837 se publican los decretos que serán conocidos como la Desamortización de Juan Álvarez Mendizábal que comportaría la nacionalización de los bienes del clero secular, proceso por dividían las tierras y aguas en lotes para su subasta pública y que en Arucas iban a afectar a las aguas de san Juan y las capellanías, así como los bienes "Propios" de la administración pública como dehesas y baldíos de realengo.

Del viejo refrán castellano, de fuente oral y recogido por el comendador Hernán Núñez en su obra de recopilación "Refranes o proverbios en romance" (1555), incluyó mucho después Gonzalo Correas Íñigo en su  "Vocabulario de refranes y frases proverbiales" (1627), una recurrente variante que reza «El que parte, toma la mejor parte; y si no, llévalo el diablo». Esta variante puede llegar a sustentar el pensamiento de aquellos que vieron personalizado en el "diablo" a todo aquel que pudiera tener pretensiones por rematar los bienes que habían sido de sus antepasados, y así se aplicaron con los bienes de remotos orígenes privados y los públicos colindantes o estratégicos, todos subastados por el Estado o la administración local.

Tenía singular importancia la composición de este ayuntamiento, pues es en este año cuando la titularidad de las tierras rústicas de la Dehesa de Arucas se transfieren de los bienes Propios del Cabildo General de la isla a los bienes Propios del Ayuntamiento de Arucas. La transferencia de los bienes públicos se hizo de forma tan desorganizada que el ayuntamiento de Arucas en sesión de 29 de enero de 1837 se lamenta de no cobrar nada de los censos o alquileres de la Dehesa, y así justificado, opta por su venta mediante subasta pública sin oposición alguna. Estuvo presidida por el ahora alcalde Antonio J. Ponce Ponce, si bien las elecciones fueron ganadas por su hermano Luis Ponce Ponce quien no pudo asumir el cargo dado que se negó a jurarlo conforme a la nueva norma aprobada.

El ayuntamiento la dividió en 17 suertes de diferentes cabidas según la naturaleza de los terrenos y quedó rematada en sólo 9 compradores: Gregorio Domingo Barbosa, dos suertes de 100,3 fanegas por 11.295 reales de Vellón; Andrés Marrero, una suerte de 43,2 f. por 6.750; Antonio Ponce Ponce, una suerte de 40, 5 f. por 3.000; Juan Antonio Marrero, tres suertes de 33,5 f. por 51.000; Domingo Rodríguez, cuatro suertes de 4,8 f. por 4.500; Tomás Pérez Marrero, tres suertes de 2,2 f. por 3.825; Tomás del Pino Marrero, una suerte de 1, 2 f. por 1.875; Domingo Déniz, una suerte de 4,5 celemines por 562; y Domingo del Toro, una suerte de 1,5 celemín por 187. En la protocolización se tuvo en cuenta establecer el derecho al regadío con aguas del Heredamiento, cuando por su ubicación le correspondía el agua del heredamiento de Pinillos.

Este mismo año se produce un hecho importante a nivel del Estado, cuando el Partido Progresista propone al Partido Moderado un consenso para redactar una nueva Constitución que derogue el transitorio Estatuto Real, recogiendo en la misma algunas de las reformas pendientes como los derechos individuales y sus garantías, libertad de prensa sin censura con "depósito previo", concluir las leyes de desamortización, la elección popular de los alcaldes por sufragio censitario y "de capacidad" (médicos, maestros, curas, etc.).

Los Progresistas que entonces ostentan la mayoría de las Cortes, para llegar al consenso aceptaron: la creación un sistema bicameral con un Senado de designación Real; que el poder ejecutivo sería ejercido por el Gobierno y detentado por la Corona; y la Corona derecho de veto que tenía sobre las leyes aprobadas por las Cortes. La ley electoral no se incluiría en la Constitución y era de la exclusiva competencia del congreso de los Diputados elegidos por sufragio censitario, quedando pendiente su redacción. La nueva Constitución fue promulgada el 18 de junio de 1837.  

Y mientras gobernaba el ayuntamiento el alcalde Antonio J. Ponce Ponce, porque la fórmula de juramento a su hermano Luis le pareció muy liberal, en la Heredad eran alcaldes de aguas Manuel González, Juan Martín por Arucas y Francisco Antonio González por Firgas, continuando de Fiel de Fechos Pedro Marrero Suárez.



sábado, 21 de febrero de 2015

1836 El intento de marginar la representación de Firgas en la Heredad

Coincidente con la nueva legislación municipal se reconoce nuevamente el derecho de Firgas a su ayuntamiento constitucional, y siendo la Heredad del ámbito de los dos municipios, decidió nombrar uno de los dos Alcaldes de Agua para su gobierno, concretamente a José Medina, quien se presenta a la Junta del 24 de Enero.

Como el ayuntamiento de Arucas ya había nombrado los dos, la Heredad optó por dirigirse a ambos para que el Gobernador Civil José Marrón adoptara una decisión sobre el particular, cuestión que se debatió por la Junta de la Provincia.
Firgas (Fedac)
El día 31 de enero el presbítero José Antonio Rivero Mireles es nombrado coadjutor de la parroquia de Arucas y manifiesta al Ayuntamiento que por razones de trabajo y dada la avanzada edad del párroco le es imposible atender la escuela de niños pidiendo se nombre un sustituto. Ahora Antonio J. Ponce Ponce y Antonio Navarro son Alcaldes de Agua, y realizadas las elecciones municipales para el cargo de Alcalde 1º resulta un empate a 68 votos entre Francisco González Rodríguez y Miguel Ponce Medina, disponiendo el Jefe Político que debe asumir el puesto de Alcalde 1º el candidato de más edad, siendo por tanto Miguel Ponce Medina quien la ocupará nuevamente a partir del mes de junio. Como se hacía una votación para cada cargo, Francisco González Rodríguez se incorporó como Regidor 1º al ser el más votado para dicho cargo.

Del decano alcalde Miguel Ponce Medina además de ser hombre rico y principal "moro notable" de Arucas, habría que apuntar que por su posición y vínculos familiares le obligaban a guardar cierto equilibrio en sus posicionamientos. Su hermano Manuel Ponce Medina estaba casado con María de Lezcano Muxica y Díaz de Armas, quienes casaron a su hija Juana Ponce de Lezcano-Muxica con Francisco Manuel de Matos Suárez, primo de María Matos Oramas nexos que vinculaban a históricas familias de renombre del pueblo de Arucas.

Ello extendía las alianzas matrimoniales de José Antonio de Lezcano-Muxica y Díaz de Armas, heredero del mayorazgo fundado por el Maestre de Campo Bernardino de Lezcano-Muxica y origen también del vínculo de los Muxica propietarios de la Hacienda del Mirón, quien se casó con María de los Dolores Guerra de Vargas y Medina, hija de Domingo Guerra de Vargas y Mateos y de Catalina de Medina y Mateos, poseedores  estos últimos del vínculo de Los Trapiches de Arucas.

Francisco González Rodríguez, es un agricultor acomodado del pago de Firgas que en 1816 se había casado en Arucas con María Teresa Castellano de Matos, hija de Juan Castellano Henríquez y de Luisa de Matos Ayala, de la familia próxima a los anteriores, los Muxica de Ayala de Tenoya, que tuvieron su último domicilio en una casa en el Camino del Cerrillo, esquina a la calle Amargura (hoy, Cristo de la Salud). Su primogénito Bruno González Castellano en marzo de 1830 había marchado con ocho años de edad como emigrante a La Habana en la goleta "San Juan" propiedad de Vicente Manuel Toledo, acompañando a su abuelo paterno el terorense Tomás Vicente González del Rio, viaje por el que habían pagado nada menos que 1.600 reales de vellón.

COMPETENCIAS MUNICIPALES: LEY DE 15-OCT-1836
1. Restablece la ley de 1823.
2. Obliga a los Ayuntamientos llevar Libros de Vecinos.
3. Obliga a los Secretarios a llevar Libros de nacimientos, defunciones y matrimonios.



Por fin en la Junta de la Heredad de Aguas del 26 de diciembre, se da cuenta de la decisión "salomónica" de la Junta de la Provincia sobre los Alcaldes de Agua, por la cual validaba que el ayuntamiento de Arucas eligiera a dos y el ayuntamiento de Firgas a uno, si bien condicionó que se reeligieran para el próximo año previa elección de candidatos entre los herederos por la propia Junta de la Heredad, y que ostentaran la condición de herederos, impidiendo que fuera libremente elegido por los ayuntamientos.

Cuando Miguel Ponce Medina asumió la alcaldía del ayuntamiento en el mes de junio, eran alcaldes de aguas en La Heredad Antonio J. Ponce Ponce y Antonio Navarro,  y Pedro Marrero Suárez continuaba del Fiel de Fechos en el heredamiento.


viernes, 20 de febrero de 2015

1835 El arte del reparto

En el año anterior habían vuelto a repetir estos dos como Alcaldes de Agua y el primero, Antonio J. Ponce Ponce, también en la alcaldía del ayuntamiento. En este año 1835 vuelven a repetir ambos como Alcaldes de Agua, relevándose en la alcaldía del ayuntamiento que es ocupada por Gregorio Domingo Rodríguez Barbosa.

El arte del reparto - Cantonera (Heredad de Aguas)

Es importante significar que al fallecimiento de Fernando VII, que da término la Década Ominosa, en abril de 1834 su viuda María Cristina de Borbón Dos-Sicilia como regente otorga el Estatuto Real, con un sistema bicameral, la Alta formada por Próceres "grandes de España" elegidos por la Corona y la Baja formada por Procuradores elegidos restringido censo de "rentas altas", sin ley electoral definida y sin reconocer de facto la Constitución de 1812. Contentaba a los "fernandinos absolutistas" y a los "liberales" y permitió algunas reformas administrativas.

Cuando en 1835 se otorgaron mayores competencias a los ayuntamientos, el procedimiento electoral municipal, tuvo una variación que duró poco, cuando la lista de electores y elegibles estuvo formada por vecinos cabezas de familia de renta alta, desapareciendo la condición de contribuyentes, que eligieron los cargos municipales por el mayor número de votos recibidos de los electores. Fue una modificación teórica, pues en la práctica los vecinos censados como cabezas de familias eran los mismos mayores contribuyentes. Debe tenerse en cuenta que los primeros antecedentes del Registro Civil en medianas y grandes poblaciones son de enero de 1841, y tal cual lo conocemos, fue normalizado por ley a partir de enero de 1871.


COMPETENCIAS MUNICIPALES: R.D. 23-JUL-1835 SOBRE EL ARREGLO PROVISIONAL DE LOS AYUNTAMIENTOS, SUPRESIÓN DE LOS REGIDORES PERPETUOS, ETC.
1. Facilitar las noticias que se le pidan para formar el censo de población y la estadística.
2. Admitir a los facultativos de medicina, albeitería, cirugía, farmacia y maestros de primeras letras.
3. Elegir las personas que hayan de encargarse de la administración, recaudación y distribución de los bienes y fondos municipales y para los fondos del común.
4. Cuidar de la conservación y mejora de los pósitos y de las fincas y fondos de los propios.
5. Promover y vigilar el plantío de árboles en los montes y tierras del común.
6. Procurar el mejor sentido de aguas potables.
7. Promover al gobernador civil lo que estime conveniente.
8. Hacer los repartimientos de contribuciones reales.
9. Formar los presupuestos de los gastos extraordinarios y ordinarios.
10. Señalar las fianzas de los que manejan fondos municipales.
11. Examinar y censurar las cuentas de los que administren bienes.
12. Hacer los alistamientos y celebrar los sorteos para el reemplazo o aumento del ejército y para la Milicia Urbana.
13. Arreglar entre los vecinos las cargas de alojamientos y bagajes.
14. Deslindar el término del pueblo poniéndose de acuerdo con los limítrofes. Aceptar las donaciones o legados.
15. Formar las ordenanzas municipales


En la sesión plenaria de 29 de octubre de dicho año se nombran curiosamente dos secretarios municipales, los hermanos Antonio José Ponce Ponce y Luis Ponce Ponce quienes lo aceptan, si bien oficialmente podría ser sólo uno por lo que no fue permitida y tuvieron que nombrar como nuevo secretario accidental al Regidor 1º Francisco González Rodríguez. Sorprende la aceptación de los hermanos Ponce Ponce, dado que entonces ese nuevo cargo no tenía retribución establecida y resulta extraño que se hiciera por afición. Da la impresión que se valoraba más el conocimiento y control de la información privilegiada que cualquiera otra retribución que pudiera dejar de percibirse. El cargo de Secretario será a partir de ahora muy estratégico e importante, y de su hacer dependerá la transparencia o el oscurantismo de lo hablado y de lo escrito.  
 
(Fedac)
Este año tiene singular importancia, pues supone la transición de los “antiguos ayuntamientos” a los “nuevos ayuntamientos”, que aún naciendo de forma centralizada en su control por la Diputación Provincial o por el Jefe Político de la Provincia, o dependiente del ayuntamiento de Las Palmas en algunas materias, irán adquiriendo progresivamente a lo largo de años mayores competencias. Entre ellas las más importantes a partir de ahora, será obtener información para la formación de los censos de población y estadísticos, pues de los primeros se desprenderá su cuota de participación en el provincial y por la estadística se definirá la riqueza de sus vecinos, que no es otra cosa que la determinación de la base imponible por la que habrán de tributar sus impuestos.

Si a ello añadimos la tutela de los fondos y bienes propios del Ayuntamiento, la elección de recaudadores, la definición de las ordenanzas y, la nada despreciable, de ser los interlocutores con el gobernador civil en las propuestas, los alcaldes y sus regidores dejan de ser “funcionarios a sueldo” para convertirse en auténticos protagonistas muy influyentes en el devenir del pueblo al situarse en una posición con mucha información privilegiada, que podrán mediatizar según interese al bien común o al bien privado. Si además, como es el caso de Arucas, agregamos el “poder económico” que representaba la Heredad de Aguas, donde el agua además de ser un bien preciado se convierte en generador de recursos económicos liberados mediante la acción del Secuestro, se puede llegar al control absoluto de la jurisdicción del municipio, por la propia múltiple dependencia clientelar que estas instituciones acaparan para sí.

No es casual, ni caprichoso, el léxico usado por el desaparecido aruquense, abogado, y sobre todo escritor, Carlos Medina de Matos, quien en sus obras costumbristas de su colección “Episodios Canarios de los Negreros”. En distintas ocasiones recurre a la expresión “moros notables” para definir a los ricos influyentes de Arucas, después de haber investigado la estirpe y su historia, a los que conoció muy estrechamente. No dudamos que este autor leyera “La tierra de los Guanartemes” de Luis Morote, donde se menciona al “sultanato” y a los “jóvenes turcos”, expresiones difundidas por los periódicos a partir de la primera década del siglo XX.

El escritor aruquense con su léxico hace una trasposición  y acercamiento, menos despectiva quizás, a la socarronería del canario para entender bien el término “sultanato”, más allá de lo recogido por el diccionario «Tiempo que dura el gobierno de un sultán” o «Príncipe o gobernador mahometano», pero con igual intencionalidad. Muchas son sus referencias personales a estos “moros notables” que se turnaron en el gobierno local con muchas familiaridades y afinidades. Muchas son las expresiones sarcásticas, de ironía mordaz, del segundo cronista Teodoro Rosales Quevedo, tanto en su prosa como en sus versos viperinos dedicados a los mismos protagonistas.