lunes, 16 de marzo de 2015

1859 La venta del Mayorazgo de Cerón: todos los compradores

Este año será importante para la Villa de Arucas dentro del proceso de transferencia de la propiedad, cuando tiene lugar la venta de las dos partes en que se había dividido el Mayorazgo de Pedro Cerón el 31 de marzo de 1859. El 20 de mayo Carlos Pedro Villa, legatario del Conde Jaime Mellerio, heredero de la marquesa de la Fuente y condesa de Benazusa, vende a Alfonso Gourié Álvarez-Conde, las tierras que ocupan 335 fanegas, 8 celemines y 2 cuartillos en Las Vegas, Las Hoyas, Los Arcos, Meleros y Vasco López, además de la mitad de las aguas, fuentes, estanque y la mitad de una casa de dos pisos en Las Palmas por 1.900.000 reales de vellón, pagaderos de forma aplazada en 30 meses con un interés del 8%.

El 5 de septiembre de 1859 Luis Solís Manso, marqués de Rianzuela y conde del Prado, sucesor de María Luisa Castelli marquesa de La Fuente, vende a un consorcio de cinco compradores las tierras que ocupan 215 fanegas y 2 celemines en Las Vegas, Las Hoyas, Los Trapiches, además de la otra  mitad de las aguas, fuente, estanque y la mitad de una casa de dos pisos en Las Palmas, por 2.219.070 reales de vellón, a pagar en tres plazos: el 1º al otorgar la escritura y en los 6 meses siguientes; el 2º a los 18 meses (el 5 de marzo de 1861) y el 3º a los 30 meses (el 5 de marzo de 1862) al interés del 8% anual.

Los cinco iniciales compradores consorciados se distribuirían después entre seis las tierras y aguas de la siguiente forma: 
  • Bruno González Castellano, 48 fanegas 3 celemines y 2 cuartillos, 6 azadas de agua del Heredamiento de Arucas, 9 de la Fuente de Aríñez y 5 días del Barranco con el derecho de la Charca.
  • Manuel González Castellano, 42 fanegas 10 celemines y 1 cuartillo, 101/2 y 1/3 azadas de agua del Heredamiento de Arucas, 9 de la Fuente de Aríñez y 2 días del Barranco.
  • Juan Rivero Bolaños, 11 fanegas 6 celemines y 3 cuartillos, 1 azada de agua del Heredamiento de Arucas, 3 de la Fuente de Aríñez y 3 días del Barranco con el derecho de la Charca.
  • Ruperto Delgado González, 37 fanegas 11 celemines y 1 cuartillo, 41/2 azadas de agua del Heredamiento de Arucas y 9 de la Fuente de Aríñez;
  • Sebastián Medina Sánchez, 23 fanegas 5 celemines y 1 cuartillo, 9 y 2/3 azadas de agua del Heredamiento de Arucas, 10 de la Fuente de Aríñez, 3 días del Barranco y 4 de la Charca.
  • Isidro Morral Jana, 51 fanegas y 3 celemines, 9 y 2/3 azadas de agua del Heredamiento de Arucas, 3 de la Fuente de Aríñez y 3 días del Barranco y de la Charca.

El último plazo de la segunda parte comprada, más sus intereses, se renovó por un año por «la falta de numerario a consecuencia de la escasez en esta Plaza por efecto de la baja del precio y ninguna venta de la cochinilla, y por la crisis comercial que ha habido en la isla de Cuba y que tanto ha afectado a toda esta provincia de Canarias». Hemos de entender que se trata de la excusa formal dada por los compradores al vendedor, o que puede obedecer a la propia imposibilidad de poner en producción en tan corto espacio de tiempo, dado que ya hemos visto que las exportaciones de este quinquenio alcanzaron un nada despreciable incremento del 56,6%, eso sí, bastante lejos del 153,4% del quinquenio anterior que para alguien que no dispusiera de la información en términos absolutos, podría creerlo.

En años siguientes estos compradores venderían unas 22 fanegas, 5 azadas de agua del heredamiento de Arucas y 1/2 azada del Barranco de Jiménez entre 7 compradores.
Detalle de fotografía (Fedac)
Es interesante reseñar que la ermita de san Sebastián, era ya obligación del Mayorazgo de Pedro Cerón, y ello desde que el 25 de febrero de 1829 el Obispo Martínez autorizó su adquisición para trasladar a ella la imagen de san Pedro y así cumplir con la manda de misas de los fundadores, dado que la ermita que estaba junto a la Era de san Pedro estaba en estado ruinoso, obligándose el Mayorazgo a entregar algunos reales a la Fábrica de la parroquia de san Juan a la que estaba adscrita. Vendidos los bienes del mayorazgo, la ermita de san Sebastián, donde ahora también estaba san Pedro, los derechos y obligaciones  quedaron a partes iguales de Alfonso Gourié Álvarez-Conde y Bruno González Castellano.

La casa que el Mayorazgo tenía en Las Palmas, titularidad compartida por Alfonso Gourié Álvarez-Conde y Bruno González Castellano, fue vendida dos años después a Agustín Manrique de Lara Castillo por 34.968 reales de Vellón.

La mayoría de los compradores, por una u otra razón, eran bien conocidos por los burgueses de la Villa de Arucas que contemplaron con sorpresa como se repartieron el gran tesoro que ellos no pudieron alcanzar. Veamos las señas y referencias que de ellos pudieron conocer para situarlos en nuestro escenario de la época.

EL PRIMER COMPRADOR DE UNA PARTE MAYORAZGO
El primero y gran comprador Alfonso Gourié Álvarez-Conde es el primogénito nacido en 1810 de los seis hijos del matrimonio formado por el comerciante y prestamista Francisco Rosalie Gourié David y Juana Álvarez-Conde y Vidal, hija de un comerciante de Tegueste (Tenerife). Su padre, francés nacido en 1781 en Fontanebleau (Seine-et-Marne), se embarcó en 1805 huyendo de Napoleón con destino al continente americano, y al embarrancar el barco en Fuerteventura, siguió su camino hacia Tenerife para denunciar en la capital provincial tal accidente. Al entrar en contacto con la colonia comercial francesa, inicia allí la actividad para establecer relaciones mercantiles con su futuro suegro un año después.

Después de nacer su primogénito, decide instalar su comercio en Las Palmas, en la calle La Marina, tutelando al joven escocés de 14 años Diego Swanston -según algunas fuentes pudo conocerlo de niño en el barco embarrancó en Fuerteventura-, que le permitirá establecer contactos comerciales con la colonia inglesa establecida en Gran Canaria y relaciones en la City para hacer negocios con la barrilla para la fabricación de jabón, así como para iniciarse después en el cultivo de viñedos, para lo que se trae de Tenerife al deportado francés Pedro Boissier, que daría lugar a la rama del apellido en Arucas, y así ponerlo al frente de su industria del vino. Diego Swanston se independizaría después con el apoyo financiero de Francisco Rosalie Gourié, en su condición de prestamista, creando una gran empresa con su primo Tomás Miller Swanston, manteniendo su relación con su padrino económico.

Es en esa nueva actividad de prestamista donde Francisco Rosalie Gourié obtiene pingües beneficios, aprovechándose precisamente de esas figuras de la propiedad del Antiguo Régimen, donde las grandes familias tenían la posesión de muchos bienes vinculados por sus antepasados, con escasas rentas agrícolas que no les permitían llevar la vida de lujo que su condición de nacimiento les exigía. Muchos precisando de dinero contante y sonante acudían a la casa de los Gourié en la calle Travieso, donde recurrían a hipotecar los bienes vinculados para la obtención de dinero corriente, cuestión que no impedía la ley, aunque sí imposibilitaba su embargo y confiscación. De esta forma, cuando dejaban de pagar el préstamo hipotecario, el prestamista ejecutaba la hipoteca y podía hacerse con la posesión de los bienes. Siempre hubo “poros” en las leyes por donde escaparse. Esta actividad de prestamista lo fue también para emular un "monte de piedad", llegando Francisco Rosalie Gourié a poseer «la colección más considerable de objetos de gran valor que jamás se había podido admirar en Gran Canarias».

Será más conocido en Arucas Francisco Rosalie Gourié David cuando el alcalde constitucional Mateo de Matos Quintana, después de ser apresado por "asonada" con motivo del motín de 5 de mayo de 1800, conducido al Castillo de Las Isletas sería después desterrado o liberado por la Audiencia, y tras la denuncia del Mayorazgo del Buen Suceso acudió al comerciante para que le dejara dinero en préstamo para trasladarse a Madrid e iniciar su defensa, donde murió arruinado, adjudicándose el prestamista el patrimonio dejado en prenda.

En el pago de Los Trapiches en 1830 se hizo con 2,1 celemines labrantíos de secano, luego hizo hasta allí hasta quince compras de tierras y aguas, dominando como siempre los minifundios. Entre los vendedores figuran pequeños campesinos que se deshacen de una porción de su humilde patrimonio para sobrevivir. Es aquí donde luego se instalará su hija Virginia Gourié Álvarez-Conde al casarse con el primer médico matriculado en Arucas Benigno Mandillo Martinón, quienes se opusieron a la construcción de la torre del reloj.

Antes de fallecer Francisco Rosalie Gourié David el 17 de septiembre de 1838 ya comparece con su hijo Alfonso Gourié Álvarez-Conde, como adquirentes de tierras y aguas por la isla, tanto en la privatizaciones que se hacían de las tierras de realengo en Los Lentiscos, como aquellas otras vinculadas que se vendieron a partir del Trienio Liberal, comprando un cortijo de cien fanegadas en Fontanales procedente de una capellanía de Juan Mateo de Castro y distintas tierras en Telde. En la fecha de la compra de su parte del Mayorazgo, Alfonso Gourié Álvarez-Conde era uno de los solteros más pretendido en la isla, y según parece tuvo una hija ilegítima llamada Josefa Nieves Gourié en La Aldea.

Toda la saga Gourié mantuvo siempre su domicilio en la ciudad de Las Palmas, aunque dispusieran ocasionalmente de la Casa del Mayorazgo, hoy conocida como Casa Gourié en los jardines municipales. Fueron todos por tanto contribuyentes censados en la capital insular.

LOS OTROS COMPRADORES DEL RESTO DEL MAYORAZGO
Siguiendo el mismo orden de antes, si bien concretaremos más en los vinculados a la Villa de Arucas, conozcamos de ellos. Los tres primeros guardan relación familiar con el alcalde Francisco González Rodríguez (1841), agricultor acomodado nacido en Firgas en 1791, quien se casó en Arucas en 1816 con María Teresa Castellano de Matos, descendiente por línea materna de la casa de Ayala de Tenoya, con lazos familiares con los Mujica propietarios de la hacienda del Mirón. Ya hemos conocido que Francisco González en unión de su padre compraron la Hacienda de la Costa de San Andrés al heredero del vínculo de los Pineda de Gáldar. Comparecieron como compradores de esta mitad del Mayorazgo de Cerón, sus hijos Bruno y Manuel González Castellano, y su yerno Juan Rivero Bolaños, casado con su hija Rafaela González Castellano.

Bruno González Castellano, nacido en Arucas el 6 de octubre de 1822 y del que ya hemos dicho que en marzo de 1830, con sólo ocho años marchó a La Habana acompañando a su abuelo paterno Tomás Vicente González del Rio, donde se supone como muchos emigrantes volverían a su isla como "indianos con la talega llena"  que incrementaría el patrimonio heredado de sus padres.

En el momento de esta adquisición Bruno González tiene 37 años, soltero que establece su domicilio en una casona señalada con el número 30 de la calle Muñoz (hoy, Marqueses de Arucas), y se va a convertir en uno de los grandes protagonistas de la vida económica, social y política de la Villa en la segunda mitad de este siglo XIX.

Manuel González Castellano, nacido en Arucas el 25 de diciembre de 1829, estableció a partir de 1853 su domicilio en la ciudad de Las Palmas, primero en la calle de los Canónigos número 38, hoy López Botas, donde vivió su primer matrimonio.

Enviudó y se casó el 28 de mayo de 1861 en segundas nupcias con Isabel Díaz de Aguilar, hija del relator de la Real Audiencia de Canarias Sebastián Díaz Romero y de Isabel María de Aguilar y Ximenez-Pimienta, naturales de Las Palmas y Puerto de La Orotava (hoy, Puerto de la Cruz). El matrimonio estableció su domicilio en la calle de La Peregrina. En el momento de esta adquisición Manuel González tiene 30 años.

Juan Rivero Bolaños, natural de Santa María de Guía, es hijo de José Rivero Mederos  y Juana Bolaños Galindo, naturales y vecinos de Guía. Se casó en Arucas el 15 de mayo de 1848 con Rafaela González Castellano, nacida también en esta Villa el 19 de noviembre de 1824.

Tenían su domicilio en una casa de la calle Amargura (hoy Cristo de la Salud), junto a la casa paterna de Rafaela, donde el 23 de marzo de 1852 nacería Domingo Rivero González, que más tarde sería un reconocido poeta. Rafaela González tenía 35 años en el momento de la adquisición de las tierras y aguas por su marido.

Los otros tres comparadores debieron ser invitados por Francisco González Rodríguez o por su hijo Bruno González Castellano, pudiendo haber coincidido al menos con uno de ellos en Cuba.

Ruperto Delgado González, domiciliado en la capital insular, siempre conocido en las crónicas históricas como Brigadier, quien se casó con María Ana Morales y Bermúdez, hija del Mariscal de Campo y General Francisco Tomás Morales y Afonso; fue el primer Gobernador militar de Gran Canaria, por R.O. de 8 de agosto de 1827.

En pago de sus emolumentos la Corona le concedió la data de la Hacienda en Santa Cristina (Guía), que él bautizó con tal nombre en homenaje a la Reina, teniendo además un larga discusión y negociación con el Cabildo General sobre la data de otras tierras realengas, pues le ofrecían algunas que consideraba improductivas. Es por tanto un típico inversor de mitad del XIX que desde su posición de privilegio siempre está atento a las buenas oportunidades.

Sebastián Medina Sánchez, natural de El Palmar (Teror), desde muy joven emigró a Cuba donde adquirió fortuna y donde pudo conocer a Bruno González Castellano. A su vuelta como "indiano" invierte en la adquisición de tierras y aguas desamortizadas, convirtiéndose en uno de los mayores contribuyentes de la villa mariana. Escrituró también muchos años después, el 16 de mayo de 1874, 52 fanegas de tierras del Mayorazgo de Matos, concretamente las tierras labradías y "arrifes" denominadas Llanetes y Lomito de Enmedio, pertenecientes al Cortijo de Las Casas Viejas en Teror, lo que hoy se conoce como Los Llanos. Probablemente la compra y posesión de estas tierras las tuviera bastantes años atrás, pendiente de escriturar por estar condicionado con la división del Mayorazgo de Matos, dado que acudió a la subasta de las aguas del Cortijo de Meleros (Valleseco) cuando se impugnó el testamento de su propietario, según la noticia que se dio por entonces.

«El 28 de marzo de 1866, en el periódico El Ómnibus, de Las Palmas, se anunció que don José Pablo Romero arrendaba las aguas denominadas del Cortijo de Meleros. De la acequia se podían regar terrenos en Los Llanos de Teror y se fue extendiendo hasta los linderos del Cortijo de Ossorio; así en una escritura de venta de 20 de mayo de 1874, don Pedro Matos vendió un terreno de trescientas brazas de longitud por una de anchura, segregado del Cortijo de Casas Viejas, con destino al paso de la acequia de Romero, con la obligación de construir en cada barranquera una toma para los desagües».  


Fue un destacado protagonista de la política local de su villa natal, como regidor y alcalde 2º, no siendo elegible para alcalde 1º por su condición de analfabeto según información verbal del Cronista de la villa mariana. A su vuelta de Cuba se casó con Mª Manuela Navarro de la que tuvo tres hijos conocidos: Juan que sería el primer médico terorense, formado en Francia; Sebastián que sería alcalde de Teror, cargo al que no pudo acceder su padre por el desconocimiento de las primeras letras; y Pilar, que se casaría con el aruquense Francisco Guerra, con amplia descendencia en Firgas y quien llevó la advocación de la virgen de su nombre al pago de Casablanca.

Isidro Morral Jana, es de todos el que podría considerarse como especulador, y participa en la compra como partícipe de la sociedad mercantil formada con Juan Trillas Guimerá, comerciante de Las Palmas, si bien compró en el mismo año para sí dos celemines de tierras desamortizados en Santa Brígida por 292 reales de Vellón, donde comparece como comerciante y panadero. Seis años después, en 1865, dejaría la isla con destino a Barcelona, momento en el que retira de la compañía su crédito de 900.000 reales de Vellón, cobrando 777.496 con la venta de las propiedades y comprometiéndose su socio Trillas Guimerá a enviarle a Barcelona los restantes 122.504 a finales de dicho año.


Mientras avanza el mandato del alcalde Luis Ponce Ponce,  un año antes de la venta del Mayorazgo de Cerón se había producido el regreso a la presidencia del Gobierno del General Leopoldo O'Donnell, que dio inicio al gobierno de la Unión Liberal, partido que sin tener una ideología concreta se sustentaba en el pensamiento filosófico de imprimir el criterio de eficacia y valor para la vida y que sustenta la ideología “liberal” en relación con la administración pública, persiguiendo la transformación del Estado como eficiente instrumento de modernización y prestigio, y como alternativa de concordia y estabilidad después de tantas guerras, revoluciones y pronunciamientos militares vividos por la sociedad española. Fue así como se restableció la Constitución de 1845 y en las elecciones a Cortes del 20 de septiembre de 1858 el partido de la Unión Liberal alcanzó el absoluto control del poder legislativo. Se confirmó la regla de entones que ningún partido que organizara unas elecciones las perdería en ese periodo.


Este pensamiento va a tener su reflejo en la política local de la Villa de Arucas, y aunque el uso de la marca no sea inmediato, sí aparecen por mimetismo políticos que pregonan la transformación del Ayuntamiento y la Heredad como eficientes instrumentos de modernización y prestigio para los vecinos de la Villa. Se aprecia que son asiduos lectores de las noticias políticas que acontecen en el Estado.

En la villa de Arucas, entre las dos escrituras de compra de los bienes del Mayorazgo, en junio de 1859, Rafael Ponce de Armas, hijo del que fuera alcalde Juan Ponce Marrero, actúa como fundador de la Sociedad del Liceo de la Villa de Arucas), que se convertirá en lugar de reuniones políticas, que venía a sustituir a la  desaparecida Sociedad de Instrucción y Recreo presidida por Germán Mujica Aguilar, cuya denominación denota cierta intelectualidad al recurrir al recuerdo de la Academia Aristotélica, más aún cuando el atributo de recreo se minimiza para potenciar las conferencias instructivas, los conciertos, el teatro, etc.

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