sábado, 14 de marzo de 2015

1857 El párroco con el Partido Nuevo por la nueva Banda y el Liceo

El año se inicia con un importante acuerdo de La Heredad, y que los intereses de los grandes "aguatenientes" se encargaron de enterrar para que no lesionara sus intereses con el cambio de alcalde y presidente más proclive a sus intereses.

«La iniciación en la Heredad del proyecto de construcción de Presas data del año 1857. Por tal año, la puesta en cultivo de mayor cantidad de terrenos y la mayor amplitud de la agricultura en Arucas, con el recientemente implantado cultivo de la cochinilla (1850), hizo notoria la necesidad de contar con mayores caudales de aguas y el embalsamiento, para su utilización en verano, de las aguas sobrantes de los inviernos.

En la sesión de 29 de Enero de tal año, que presidió el Alcalde D. Juan Ponce Marrero, se comienza a hablar del asunto y se preveen dos sitios para edificar una presa: en el Brezal, entre los albercones del Mayorazgo y de la Heredad, y en donde dicen, decían, Calvario y Caidero de Pinto. Se nombra una comisión compuesta de D. Jerónimo Navarro, D. Rafael Henríquez, D. Germán Mujica, D. Juan Ponce Marrero y D. Ambrosio Ramírez para que hagan un estudio, redacten y presenten sobre ello un informe a la General. Los lugares en que creía la Junta podría edificarse la Presa eran, o bien aquel en que más tarde edificó la suya D. Bruno Morales (barranquillo de la Caldera) [SIC, debiera decir González], o bien aquel en que está edificada la actual la Presa. El proyecto fué abandonado luego, y no viene a tomar movimiento hasta 27 años después, o sea, en 1884».

La reforma judicial determinará  que la administración de la justicia ordinaria que dirime los pequeños pleitos entre vecinos en los municipios, deja de ser competencia de la autoridad civil que ostenta el alcalde, nombrándose Juez de Paz de la villa a Rafael Suárez González.

En abril gana de nuevo la alcaldía el líder del Partido Viejo Luis Ponce Ponce, arrimado al Partido Moderado a nivel estatal, nombre con el que ya empieza a conocerse en Arucas, renovando mucho su equipo de regidores por lo que se ha contado, circunstancia que además da a entender que ahora hay "dos gallos en el corral", entendiendo el corral por la familia, que conforman dos "bandos" con distintos pensamientos e intereses, y con algunos seguidores comunes  que prefieren "nadar entre dos aguas" o se "reviran como las panchonas" para comer. Le acompaña como Alcalde 2º José Suárez González, hermano del Juez de Paz.

Pero posiblemente lo que más vino a definir la presencia de “dos gallos en el corral”, fue que Luis Ponce Ponce al asumir la alcaldía, no pudo asumir la Presidencia de la La Heredad, pues al final de la llamada Década Moderada el conservador Bravo Murillo, Presidente del Consejo de Ministros, elaboró el proyecto constitucional de 1852, que suspendía los derechos constitucionales, restauraba las normas ultraconservadoras del Antiguo Régimen y del Estatuto Real de 1834. Su art. 4 establecía que «La iniciativa de las leyes pertenece al Rey y a cada uno de los Cuerpos Colegisladores», y el curioso adicional recogía que «Las provincias de Ultramar, comprendiéndose en ellas las Islas Canarias, serán regidas por disposiciones especiales». Aunque Bravo Murillo terminó su mandato ese mismo año por su proyecto constitucional, de alguna manera al frente de la Presidencia de La Heredad se mantuvo Juan Ponce Marrero hasta 1860, probablemente porque en esos cuatro años hubieron hasta diez presidentes del gobierno, su gran mayoría de los moderados, y sólo dos cortos mandatos de los liberales y los progresistas separadamente. Aun así, en alguna que otra Junta la sesión se celebraba bajo la presidencia del alcalde Luis Ponce Ponce.

No es de extrañar que estas dos personalidades enfrentadas, una en el ayuntamiento y la otra en La Heredad que realmente tenía los recursos económicos, fue el hecho que marcó los distanciamientos entre ambos y sus dos corrientes de opinión, Partido Viejo y Partido Nuevo que cada uno capitaneaba, aunque las diferencias ideológicas fueran inexistentes. Sus denominaciones obedecían al tiempo en que cada cual llegó a la alcaldía, pues ambos navegaban de una a otra opción al mirarse en el espejo del Estado (moderados, liberales y progresistas). Nada se ha escrito de esta anómala situación en el gobierno La Heredad, que volvería a la normalidad cuando es elegido alcalde en 1861 Miguel Suárez Ponce, quien vuelve a presidir el ayuntamiento y la Heredad.

Rafael Ponce Armas, veinticinco años después en un artículo publicado en El Liberal, contó cómo era la villa de Arucas en este tiempo «La Villa de Arucas era por los años 1857-60, una jurisdicción pobre y de escaso vecindario, que no pasaba de cuatro mil almas y novecientos setenta vecinos; albergados en cuatrocientas cincuenta casas, distribuidas en doce pagos, con una riqueza de quinientos mil reales de vellón», donde las tierras «pertenecían los tres quintos a propietarios forasteros sin otra producción que batatas y cereales ...».

Pb. José Antonio Rivero Mireles, retrato de su carácter
Ese es el escenario de entonces, cuando los más atrevidos emprendedores se aferrarán a la cría y recolección de la cochinilla, tras la crisis de los viñedos,  como alternativa para mejorar pues han oído que es un colorante natural muy demandado desde Europa por su gran calidad, aunque hay «refractarios a toda innovación» que rechazaban el cultivo de la cochinilla en los nopales que no necesitan de tanta agua.

En las fiestas patronales enterado el alcalde Luis Ponce Ponce que habrá un visita pastoral del Obispo para la función solemne, sin consultarlo con el párroco José Antonio Rivero Mireles, pide que asistan predicadores que le dieran cierta relevancia al acto, cuestión que el párroco entendió que al alcalde "nadie la había dado vela en este entierro" o función,  y la emprende con el máximo regidor de la Villa. Su enfado fue de tal magnitud que llegando a oídos del Obispo, toma la decisión de no ir a Arucas disculpándose por enfermedad, al tiempo que los predicadores invitados por el ayuntamiento manifestaron que por las inclemencias del tiempo y la dificultad de los caminos no podían ir. Menuda afrenta le quiso hacer el alcalde al párroco menospreciando su capacidad para decir un sermón en presencia de su Obispo.

Cuando se supo que no venía el Obispo, el alcalde asignándose las competencias de disposición de la banda al considerarla “banda municipal”, aunque esté dirigida por el organista de la iglesia y cuyos instrumentos fueron pagados por La Heredad a iniciativa del párroco, decide no mandarla.

En el mes de julio, ridiculizado y enojado el párroco, pide certificación del acuerdo plenario donde se tomó tal decisión, a lo cual el ayuntamiento se niega. El párroco contando lo acontecido y alegando  que estuvo dispuesto a traer predicador, reclama al Jefe Civil de Distrito quien pide un informe de lo acontecido al Ayuntamiento, que informa que había sido el párroco quien se había opuesto a la Misa Pontifical, enriqueciendo su escrito con las desavenencias anteriores del párroco con la ciudadanía y la corporación.

Unos meses después, en septiembre, el párroco nuevamente denunció al ayuntamiento porque la “banda municipal” había tocado de madrugada un oficio de difuntos, música considerada religiosa y de la parroquia. Tras la investigación realizada, se supo que había sido la broma dada por los miembros de la banda a un compañero estando de parranda en el día del Pino. No se contó que el compañero era Andrés Marrero, que había abandonado la banda por las presiones de los partidarios del cura.

No quedó ahí la asunción de competencias del ahora alcalde Luis Ponce Ponce, pues también consideró que la Sociedad de Instrucción y Recreo que fundara Germán Mujica Aguilar era “municipal” y por tanto competencia del ayuntamiento y su alcalde, que será conocida como “viejo Casino”.

El nuevo informe que emite el ayuntamiento para el Obispado y el Jefe Civil vino a decir que el párroco animó a los vecinos afines a la iglesia que habían fundado el “nuevo Casino”, así llamado en contraposición al “viejo Casino” pues no es otro que El Liceo fundado por Rafael Ponce Armas, para que crearan una “nueva banda” que asistiera a los actos eclesiásticos, contribuyendo a pagar los instrumentos con su propio peculio.

Los vecinos afines al párroco eran los amigos y seguidores de Juan Ponce Marrero, que a partir de este tiempo empezaron a ser definitivamente conocidos como Partido Nuevo. El permanente conflicto del párroco José Antonio Rivero Mireles con Luis Ponce Ponce y su Partido Viejo, fue algo así como el catalizador que daba la "bendición" al Partido Nuevo, y se consumaba la división de los políticos de Arucas en dos bandos mandados por portadores del apellido Ponce. Ya comenzaba a hablarse de Partido Viejo y Partido Nuevo, viejo Casino y nuevo Casino o Liceo, Banda Municipal o del viejo Casino y Banda del Liceo o del nuevo Casino.

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